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31 dic 2011

Mike Johnson I


Capítulo segundo - Mike Jonhson

Iggy Pop - The Passenger (Pincha para escuchar la música)


-¿Qué te pongo?
- Un Martini rojo, por favor.
- Marchando. – respondió Mike, cogiendo una copa bajo la barra.

Olivia corría de un lado a otro buscando algo. El Dreamers estaba lleno ese día y a la jefa le pasaba factura. Su natural pelo rizo estaba recogido en un apurado moño.

- Olivia – la llamó Mike cuando ella se acercó-, nos estamos quedando sin vermú.
- ¡Lo sé, lo sé! No me agobies, lo pedí hace ya dos días. Esos impresentables… es la segunda vez que me hacen lo mismo en solo un mes. – Olivia daba vueltas sobre si misma intentando encontrar algo - ¡Aquí está! Voy a bajar un poco la música, los de la mesa cuatro ya hacen bastante ruido ellos solos. ¿De qué hablábamos? ¡Ah! De impresentables, ¿no? Pues eso, que Niall y Dave son el ejemplo perfecto: Mírales, no paran de hacer figuras tontas con las servilletas. Ve y diles algo, anda. De esto ya me encargo yo.

Mike miró al lugar donde señalaba Olivia. Sus dos amigos estaban apoyados al final de la barra intentando hacer avioncitos de papel. Dave, uno de sus mejores amigos,  se dio cuenta de que le estaba mirando e hizo un gesto para que se acercara.
La señal no le pasó desapercibida a Olivia.

- Ni se te ocurra quedarte hablando con ellos. Te necesito aquí.

Mike se reunió con sus amigos.

- Intenta salir antes - susurró Dave para que Olivia no le oyera -. Partida al Halo en casa de Niall.

Niall sonreía. A pesar de que llevaba poco tiempo en el grupo, a Mike le caía bastante bien.

- Hecho. –respondió él – Espero que estés preparado para volver a perder.

Dave respondió con una risa irónica.

- He mejorado bastante desde la última vez, de hecho…

La puerta del bar se abrió e hizo que Dave dejara de contar sus hazañas
.
- Es Matt.
- Bueno, cuantos más mejor.- dijo Niall.
- No creo que este de humor después de lo que le pasó a su hermana. – le replicó Mike.
- Mira tío, lo que pasó nos afectó a todos. – se defendió Dave.
- Calla, te va a oír.

Matthew Williams se acercó a la barra donde estaban sentados sus amigos. Tenía aspecto de estar cansado, lo que a Mike no le sorprendía.

- Mike, ponme algo fuerte.
- Macho, pareces un zombie.- dijo Mike mientras cogía una copa y la llenaba.

Matt hizo un gesto de no querer hablar y, cuando Mike puso la copa sobre la barra, se la bebió de un trago.

- A este le ha dejado la novia. – opinó Dave, en un intento de animar a su amigo.
- Idiota, no es eso. – dijo Matt, que seguía serio.
-  A Angel le ha dado la venada de cambiar toda la decoración, entonces.- siguió Mike- A mi ex se le pasó por la cabeza una vez, nunca más supe de ella.

Niall se rió pero Matt se puso tenso.

- A Angel le han ofrecido un puesto en una revista de moda en Nueva York y me ha pedido que me mude con ella.

Entre los cuatro amigos se hizo un profundo silencio… que Dave no tardó en romper.

- Estarás de coña.

Cuando Matt lo repitió Dave se llevo las manos a la cabeza y empezó a dar vueltas soltando tacos sin parar.

- ¿Y qué le has dicho? – preguntó Mike, temeroso de su respuesta.

Antes de que Matt pudiera responder, Dave dio un puñetazo en la mesa.

- ¿Qué le va a decir? Que sí, como siempre, ¿verdad, Matt? Tío, en serio. Me repatea porque también es mi amiga, pero es que pareces su perro. Además, justo ahora…

Mike notó que el ambiente se estaba caldeando en cuanto su amigo empezó a hablar pero lo que no esperaba es que Matt saltara de esa manera.

- ¡¿Insinúas que lo hace a propósito?! – El bar entero estaba escuchando la discusión- ¡Ella no tiene la culpa de nada!
- Tío – intentó calmarlo Mike -, eh. Cálmate.
- Matt, Dave – Olivia había aparecido por detrás de Mike.- Si no bajáis el volumen voy a tener que pediros que os vayáis.
- No hace falta, yo ya me voy. – dijo Dave dándose la vuelta y saliendo por la puerta.

Olivia resopló y miró a Mike en busca de respuestas.

- ¿Y bien? ¿Qué narices ha pasado aquí?
- Voy a hablar con mi hermana – Matt finalizó la conversación saliendo del bar.

23 dic 2011

Alice Dixon I


Capítulo primero - Alice Dixon

Breathe me - Sia (Pincha para escuchar la música)


Iba a empezar a llover, así que apresuró el paso. Alice corrió calle arriba hasta un bloque de apartamentos antiguos, directamente sacados de los 70.
Se dirigió al último portal de la calle, sin duda el más cuidado de todos.
Rebuscó en la gabardina hasta encontrar lo que estaba buscando: un manojo de llaves. Había olvidado que llave abría cada puerta, así que perdió bastante tiempo probando cada una de ellas.
Ya dentro del portal, resguardada de las gotas que habían empezado a caer, se dio cuenta de que el ascensor no funcionaba y tendría que subir por las angustiosas escaleras de caracol que tanto odiaba.
Llegó a su destino, apartamento 402. Al colocar la llave en la cerradura  se dio cuenta de que entrar sin más podría ser demasiado brusco. Lo mejor que podía hacer era llamar al timbre. Y no lo hizo solo una vez, sino cinco.
- ¿Charlie? – preguntó en voz alta, cuando le empezó a doler el dedo de tanto pulsar.
Pero como nadie respondía, decidió pasar a la artillería pesada y abrió la puerta.
- Oh, dios mío…
La entrada no parecía una entrada. Había un espejo roto en la pared y miles de botellas de cerveza vacías esparcidas por el suelo. Parecía el escenario de una batalla campal o los restos de una fiesta descontrolada. Oyó ruidos que venían del salón. Con mucho cuidado para no pisar los cristales, sorteó las botellas y se abrió paso hasta una pequeña sala oscura y desordenada. El olor a cerrado quemaba la nariz de Alice, que instintivamente se acercó a la ventana para abrirla.
- Vete. – dijo una voz ronca, que la sobresaltó.
- ¡Charlie!
Alice no la vio porque se había fusionado a la perfección con el ambiente. Vestida con un chándal viejo, Charlotte llevaba el pelo enmarañado, unas ojeras de por lo menos   varias semanas y una botella medio vacía en la mano.
- Charlie, ¿qué demonios ha pasado aquí? ¿Qué es toda esta porquería?
Pero era como hablarle a una pared. Se había tirado como pudo en el sofá y no parecía dispuesta a hablar.
- Levántate ahora mismo, vamos a poner todo en orden antes de que llegue tu hermano.
Charlotte reaccionó.
- ¿Matt va a venir?
Alice sacudió  afirmativamente la cabeza y se dio la vuelta para abrir la ventana.
- No.
Tuvo que tirar bastante fuerte para conseguirlo.
- No.
Las vistas daban a un callejón. No era muy agradable de ver.
- ¡No! – Alice se sobresaltó ante la histeria que desprendía la voz de su amiga.- ¡No puede venir aquí!
- Bueno, es su casa…
Charlotte se abrió paso por el salón hasta llegar a ella. Tenía los ojos rojos, muy rojos. Y estaba enfadada. A pesar de que Alice era bastante alta no supuso ningún problema para Charlotte ponerse a su altura.
- Escúchame.- dijo casi en susurros, agitando la botella.- Vas a decirle a mi hermano que no hace falta que venga aquí.
- ¿Qué no hace falta? ¡Estás loca! Necesitas ayuda, Charlie. –Le sostuvo la mirada.- No voy a engañarle.
Charlotte relajó un poco el gesto hostil. Se llevó la botella a los labios y la vació de un solo sorbo. De súbito, se echó a llorar.
- A-Alice… - La botella se le resbaló de la manos, cayendo al suelo. Alice la abrazó.- Está muerto, está muerto por mi culpa…
Alice se mordió un labio, pensando que decir que no hubiese dicho ya en los dos últimos meses.
- Charlie, cariño…eso no es cierto.
Charlie se apartó rápidamente. En sus ojos se mostraba ira.
- ¡Tú no sabes nada! ¡Nada! –Charlotte empezó a empujar a Alice hacia la puerta- ¡Vete, fuera de aquí!
Antes de que Alice pudiese replicar, ya estaba parada frente a una puerta cerrada.

Ficha de Charlotte



Nombre: Charlotte Williams

Sobrenombre: Charlie

Edad: 24

Procedencia: Liverpool (Reino Unido)

Profesión: En paro

 
  • Su hermano mayor es Matthew (Matt)
  • Tiene una tortuga de tierra llamada Musgo.
  • Le gusta el heavy metal.
  • Le da miedo la idea de conducir, así que no se ha sacado el carnet.
  • Jugó al fútbol mientras estaba en el instituto.

18 dic 2011

Vale, organicémonos (concho, que palabra más larga)

El orden es el placer de la razón pero el desorden es la delicia de la imaginación. (Paul Claudel)


Bueno, he decidido dejar una pestaña para cosas random. Veáse la canción xDD
Queria explicaros el funcionamiento del blog y el orden en el que voy subiendo los capítulos y esas cosas.
Los capítulos los subiré los viernes y estarán etiquetados en la pestaña "Cadena de soñadores". Es decir, si quereis ver solo los capítulos de la novela, pulsar sobre la pestaña (no es muy complicado, creo yo xD)
La siguiente pestaña (inexistente todavía), se llamará "Chupitos" y allí irán los One shot que haga. (Nota: En inglés, un chupito se dice one shot, gracioso, ¿verdad?)
"Detrás de la barra" será la tercera y penúltima pestaña, en esta sección contaré curiosidades y cosas mías.
Por último tendremos "Fichas de clientes" en el que irán las fichas de los personajes en orden de aparición.

Creo que eso es todo.
¡Espero que sigais leyendo la novela!
Ash

5 nov 2011

Charlotte Williams I

  
Prólogo - Charlotte Williams

Everything burns - Anastacia (Pincha para escuchar la música)


Eran sólo unos cuantos pasos pero su cabeza se empeñó en ver kilómetros. El condenado plan había surgido efecto… hasta cierto punto. Un paso después de otro, avanzaba hacia un árbol cualquiera de Hyde Park.
Tropezó. Cayó.
- Rendirse no es una opción, Charlotte.-se murmuró a si misma.- Arriba.
Pero su cabeza volvió a tomar cartas en el asunto y decidió que de allí no se movía en esas condiciones.
- Mierda.
Se permitió un momento para mirar los daños. Quemaduras, arañazos y moratones. Nada extremadamente grave, salvo quizás los mareos que no le permitían continuar.
- Mierda, mierda, ¡mierda!
Las lágrimas atacaron. No cayeron demasiadas pero la hicieron sentir sucia, débil y eso era algo que no soportaría mucho más tiempo.
Consiguió mirar de reojo hacia atrás. Se había ido, pero ellos seguían allí, inmóviles. De repente, uno se movió.
Las dudas le asaltaron. Había hecho una promesa, sí. Pero, ¿a qué precio?
Respiró. Tragó lágrimas, barro, orgullo y valor, pero gritó:
- ¡¡Asesino!!